Luego de que un 8 de marzo del 1857, un grupo de
obreras textiles de New York se organizaran para obtener condiciones laborales
dignas, y que en 1910, en Copenhague, Dinamarca, la Segunda Conferencia de
Mujeres Socialistas propusieran establecer el 8 de marzo como Día Internacional
de la Mujer, han sido muchos los caminos trillados para enfrentar los
prejuicios que le han impedido a la mujer participar en la vida política,
social y económica.
Hoy, la mujer tiene que invertir, perseverar, estudiar
y sacrificarse más, para poder desarrollarse en un espacio que era sólo para
hombres, conciliándolo con la crianza de los hijos, con la vida de pareja y con
el cuidado de su imagen personal.
Además, seguir exigiendo un trato igualitario al del
hombre en el espacio profesional y libre de todo tipo de violencia en el hogar,
superar la exigencia de trabajar “como un hombre”, la desigualdad de los
sueldos en posiciones similares y aumentar su presencia en las instancias de
poder.
Por tanto, continúa siendo el gran reto,
buscar la igualdad en la diferencia, porque somos hombres y mujeres
aportando cada uno desde su perspectiva, desde su género. Y por último,
propiciarse un trato digno que respete estas diferencias.
Lic. Ligia Valenzuela, M.A.
Psicóloga Clínica-Terapeuta Familiar
Diplomado en Violencia Intrafamiliar
Hoy, la mujer tiene que invertir, perseverar, estudiar y sacrificarse más,
para poder desarrollarse en un espacio que era sólo para hombres,
conciliándolo con la crianza de los hijos, con la vida de pareja
y con el cuidado de su imagen personal.
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