Nuestro entorno puede condicionar nuestro crecimiento personal, favoreciéndolo o dificultándolo, no determinándolo. Pero en ocasiones, somos nosotros mismos los que nos limitamos.
Todos conocemos personas que han podido superar situaciones y circunstancias en condiciones casi heróicas. Como también hemos visto quienes, atrapados por una rutina conocida que les da seguridad, prefieren no enfrentar la dificultad o el riesgo de atreverse a moverse a una zona que les permita aprender, transformarse y explorar nuevas alternativas, quedando autolimitados.
En la relación de pareja, como en la familiar, puede ocurrir, que cada una de las partes, imponga límites indeseados a la otra parte; por tanto, para mantener la integridad y la buena marcha de todo el sistema familiar, será necesario realizar acuerdos o negociar posiciones que sean respetadas, validadas y tomadas en cuenta por cada una. De no ocurrir, podría surgir, en cualquiera de las partes, la necesidad de protegerse del otro, pérdida de la confianza y temor de ser herido o lastimado.
Seamos flexibles cuando delineemos nuestros límites, para que los mismos puedan abrirse en función de la confianza y la cercanía que vayamos estableciendo con el otro. ¡Aprendamos a conciliar nuestras diferentes necesidades!
Lic. Ligia Valenzuela, M.A.
Psicóloga Clínica-Terapeuta Familiar
Diplomado en Violencia Intrafamiliar
#LigiaCambio #BienestarFamiliar #Reinvéntate
En la relación de pareja, como en la familiar, puede ocurrir, que cada una de las partes, imponga límites indeseados a la otra parte. Seamos flexibles cuando delineemos nuestros límites, para que los mismos puedan abrirse en función de la confianza y la cercanía que vayamos estableciendo con el otro. ¡Aprendamos a conciliar nuestras diferentes necesidades!
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