martes, 5 de mayo de 2015

Construyendo Relaciones de Pareja Sanas

Construir relaciones sanas, es aprender a manejar los conflictos que se presentan de una manera saludable, es decir, sin herir, sin maltratar y sin dañar.

Todos queremos una relación de pareja que funcione, porque de ello depende que nos sintamos felices o desdichados, que veamos lo mejor de la vida o lo peor. Para lograrlo, no hay que dejar de ser quienes somos, ni convertirnos en lo que el otro quiera que seamos, más bien, se necesita de un proyecto que unifique y le dé dirección a dos personas que se juntaron para compartir su vida.

Una pareja está precisamente conformada por dos personas con el fin de vivir y crecer juntos. Dos seres humanos más o menos inteligentes, equilibrados y maduros, que van a hacer una elección consciente y responsable, y en la que el tipo de relación que establezcan dependerá de lo que cada uno esté listo para dar.

Esta relación, como en las matemáticas, podría  ser de suma, si se suman los esfuerzos de cada uno; de resta, si establecen una relación que disminuya el potencial de cada uno o lo anule; de división, si establecen una relación individualista y egoísta, donde lo mío y lo tuyo son cosas aparte, donde “yo resuelvo mis cosas y tu las tuyas”. De multiplicación, cuando cada uno aporta lo que tiene, pero estas aportaciones son  incrementadas con la sinceridad, la transparencia, el respeto, la consideración y los buenos tratos, y donde la energía que se crea entre ambos los convierte en mucho más de dos personas.

No hay parejas más listas o más astutas, lo que sí hay, son parejas que en sus vidas cotidianas han establecido una dinámica en la que logran superar la negatividad producto de la diversidad de situaciones que tienen que enfrentar. Situaciones en las que entran en conflicto las expectativas, los intereses y los valores de cada uno y son afrontadas dentro de un marco de respeto, en el que se valora y se trata de comprender al compañero. En este sentido, es frecuente ver, que sólo después de firmados los papeles del divorcio y estar viviendo cada uno de manera separada, se produzca una re-valorización de la pareja.

Sin embargo, desgastarse dentro de una relación infeliz es tan dañino como el divorcio mismo para el sistema familiar, ya que produce un aumento del estrés físico y emocional de sus miembros, disminuyendo la capacidad de estos para enfrentarse a la vida y luchar contra las enfermedades. Un matrimonio sano en cambio, fortalece la autoestima de sus miembros, así como el sistema inmunológico y de defensa.

Recomendaciones para hacer que una relación funcione adecuadamente:

1. Evite que la discusión tenga un planteamiento violento:
Cuando una discusión se carga con insultos y amenazas, no importa si el tono de la voz sea alto o bajo, terminará de manera negativa, el intento para llegar a un acuerdo será un fracaso. Los planteamientos violentos más comunes son: las críticas, el desprecio, las actitudes defensivas y el rechazo.

• Las críticas: Siempre se tendrán quejas de las personas con las que se vive. Pero entre las quejas y las críticas hay una gran diferencia. Una queja se refiere a un comportamiento específico en el que el otro ha fallado. La crítica es más amplia, incluye palabras hirientes o insultos sobre el carácter o personalidad de la pareja. 
Ejemplo de una situación: "El carro se quedó sin gasolina"
Una queja: ¿por qué no le echaste gasolina antes de llegar a la casa?. 
Una crítica: ¿por qué eres tan indiferente?, ¡No te importó llegar a la casa con el carro sin gasolina!

• El desprecio: En cualquiera de sus formas: sarcasmo, burla, humor hostil, envenena la relación, trae grandes disgustos y va a aumentar el conflicto en vez de favorecer una reconciliación. En la generalidad de los casos, el objetivo es rebajar o ridiculizar al otro.
Una de las fuentes que más dispara el desprecio en las relaciones, son los resentimientos y las situaciones problemáticas no resueltas. Otras fuentes que lo fomentan son las actitudes desafiantes y las amenazas.

• Las actitudes defensivas: Son formas de autoprotección cuyo objetivo es defenderse de los ataques del otro, culpándolo. Estos ataques regularmente consisten en críticas, insultos y amenazas. Es como si se dijera: “el problema eres tú, no yo”, por lo que tiende a agravarse el problema o el conflicto, más que solucionarse.

• El rechazo: cuando en una relación, las discusiones están cargadas de críticas y de desprecio, uno de los miembros de la pareja a distanciarse afectivamente, a evadir la situación, a apartarse, a asumir el silencio para comunicar “no existes”, “no me importas”.
Para superar estas formas de abordar los problemas, es muy importante:
- Identificar cuáles de ellas están presentes en la relación.
- Estar claros que éstas surgen como resultado de temas no resueltos del pasado de la relación.
- Que son el resultado de intentos de soluciones donde hubo mucha desconsideración y a veces, hasta violencia.
- En lugar de la crítica, expresar cómo se sienten; en lugar de culpar, emplear afirmaciones “yo”: yo me siento…cuando…
- Abordar los temas conflictivos cuando se sientan serenos, cuando haya menos tensión.
- Asumir algún nivel de responsabilidad en los hechos ocurridos y cómo se desea que fueran o pasaran las cosas.

2. Evite que se produzca un distanciamiento emocional:
Distanciarse emocionalmente, es una respuesta que se produce cuando la hostilidad del otro miembro de la pareja ha llegado al punto de ser abrumadora, agobiante e intimidante. Cuando se llega a este punto, se produce una especie de divorcio emocional.
El hecho de que una persona se sienta abrumada, indica que uno de los dos siente una grave tensión emocional al tratar con el otro. Esta tensión viene acompañada de unos signos fisiológicos (aceleración del ritmo cardíaco, sudoración, etc) que imposibilita cualquier conversación productiva con miras a solucionar el conflicto, porque el organismo se siente en peligro. El cuerpo humano reacciona al miedo y responde de la misma forma, ya sea que se esté enfrentando a un tigre o a un cónyuge agresivo que nos increpa.
Estas reacciones físicas impiden que se pueda procesar cualquier información, no se presta atención a lo que el otro está diciendo, sólo se piensa en huir, lo cual es una respuesta refleja. Desaparece toda posibilidad de resolver el problema, ya que la distancia lo imposibilita.

3. Intente calmar la tensión durante la discusión: 
Los intentos por mitigar o calmar la tensión que provoca una discusión para evitar llegar al distanciamiento emocional, salvan la relación de una ruptura a largo plazo. Estos intentos de enmienda o de reparación, son como una especie de “bandera blanca” o señal de “tiempo fuera” que realizan los Managers, en un juego de béisbol o de fútbol, para bajar la intensidad o el calor de los jugadores. En una relación muy dañada, en la que el respeto y la capacidad de parar se ha perdido, estas señales no se perciben, ni se toman en cuenta.
Ejemplo de estos esfuerzos serían: “vamos a parar aquí por un momento, por favor…”, “necesito calmarme, podemos seguir luego?”, “déjame salir un momento, lo necesito…”, “démonos un espacio, déjame dormir en…mañana es otro día”.

4. Traer al recuerdo los detalles agradables de la relación:
La mayoría de las parejas se casan con grandes esperanzas y expectativas de que las cosas van a marchar bien, de que van a poder vivir felices. Las parejas que viven una relación satisfactoria y bien avenida, recuerdan con cariño el pasado de su relación. Tienden a recordar los buenos momentos en lugar de los malos, lo emocionante que fue el conocerse y lo mucho que se gustaban y se admiraban.

Las parejas que viven una relación infeliz, llegan al punto de reescribir el pasado de su relación en forma negativa, les resulta difícil recordar un pasado diferente, pues éste se ha vuelto poco importante o muy doloroso. Han dejado que los buenos recuerdos se desvanezcan.
Todo lo que el otro hace es visto bajo una luz muy negativa. Por ejemplo, si uno llama al otro por teléfono, es frecuente que éste se pregunte: “qué querrá!”, “qué quiere ahora!”. O cuando llegan a la casa no manifiestan señales de agrado, ni se expresan gestos de cariño.

5. Seguir cultivando la amistad entre los dos:
Las relaciones sanas, cultivan una amistad, se llegan a conocer muy íntimamente, conocen sus gustos, su personalidad, sus esperanzas y sus sueños. Muestran una gran consideración el uno por el otro, se expresan respeto y cariño no sólo con grandes gestos, sino con pequeños detalles cotidianos.
Por lo que, la clave para que uno relación sea sana y funcione adecuadamente, no está solamente el manejo adecuado de sus conflictos y sus discusiones, sino en cómo se comportan el uno con el otro cuando todo está en calma.


Lic. Ligia Valenzuela, M.A.
Psicóloga Clínica-Terapeuta Familiar
Diplomado en Violencia Intrafamiliar

#LigiaCambio  #BienestarFamiliar  #Reinvéntate 


Construir relaciones sanas, es aprender a manejar los conflictos 
que se presentan de una manera saludable, es decir, 
sin herir, sin maltratar y sin dañar.